lunes, 19 de agosto de 2013

PRIMER DIA


Como el autocar de Conda me dejaba a las 15:45 en San Juan Pie de Puerto, no tenia prácticamente tiempo para llegar a Roncesvalles sin ningún imprevisto así que me despedí de un caminero que salió de Burgos conmigo rápidamente y me puse a la tarea.
Si hubiera esperado diez minutos me habrían hecho una foto en ese pueblo medieval de murallas, calles empedradas y una ciudadela magnifica. Y abarrotada de turistas, incluídos los gilipollas piensan que están solos y se paran en mitad de la calle y no se apartan.
Al final salgo a las 16:10 enfilando la Route de Napoleon. Y durante nueve kilómetros por asfalto y pendientes de hasta el 30%. Al ser el primer día me pongo a caminar en la mayoría de estos tramos pensando en lo que me queda. Todo verde, todo húmedo. Temperatura de quince grados y una humedad altísima.

La primera hora hago seis kilómetros y medio. No está nada mal. Llego hasta una cruz donde muchos peregrinos han dejado fotos de personas, monedas, cruces... aquí se abandona la carretera y se sube por una pendiente de hierba durante medio kilómetro para ya empezar a llanear por primera vez durante un buen rato. Voy cómodo aunque el viento es muy frío y sólo llevo una camiseta técnica.
No se cuántos kilómetros hago llaneando-subiendo hasta arriba. Tal vez seis o siete. En el momento que el viento sopla demasiado frío me paro y me pongo el cortavientos Raidlight. Desde arriba hay un descenso muy pronunciado hasta Roncesvalles. Uno de los letreros dice que son 3,6 kilómetros en una hora y cuarto. Yo tardo veinte minutos escasos.

He llevado a Roncesvalles a las 19:15. Tres horas y cinco minutos después de salir. El descenso ha sido peor que el ascenso. Siento cargadas las piernas así que camino hasta el albergue para pedir plaza.
La masa inunda la entrada. El autocar que salía de Pamplona había llegado hace poco. Ellos no habían sudado nada. En la cola me lo pienso una vez. Desisto y me doy la vuelta. Me pongo la mochila y continúo el camino hasta Espinal durante seis kilómetros más. Antes he llamado por teléfono para reservar plaza en el albergue Irugoienea donde ceno un enorme plato de macarrones y dos filetes de lomo.
Buenas instalaciones. Me ducho con agua caliente y seco la ropa. En la cama a las diez y media. Pongo el despertador a las siete para desayunar.
Tengo las piernas cansadas pero sé que mañana al menos no tendré problemas en llegar a Pamplona.





sábado, 17 de agosto de 2013

PRIMEROS INCONVENIENTES ANTES DE PARTIR

Veo que, efectivamente, llegar hasta el punto de partida va a ser bastante complicado. Ya me comentaron que el tren que iba desde Salamanca hasta el Pais Vasco había sido eliminado, tal vez por que no llegaba a un mínimo de pasajeros, como dijo en su momento la ministra de Fomento.

Asi que compro un billete de autocar que me lleve a Burgos por la tarde del domingo. Así por la mañana, salir desde Ibeas de Juarros que está a doce kilómetros de Burgos (me acercarán unos amigos, claro) y me dejará en la estación de autobuses de Pamplona antes de las 13:00. Tiempo suficiente para el autocar que sale a Saint Jean Pied de Port.

Tres viajes para llegar a un sólo lugar. Y todo en dos días. En España no puedes ir hasta Pamplona de una sola tirada y en un solo día (lógico en un país en vias de desarrollo). Aunque no lo parezca, la combinación de autocares/trenes está bien rebuscada, menos horas de viaje y más barato. Podría ir a Madrid y desde allí a Pamplona de una tirada pero el viaje serían más de diez horas agotadoras.

He echado un vistazo a la METEO y parece que no va a haber lluvias durante esta quincena. Ni tampoco van a bajar las temperaturas apenas. Subirán un poco el siguiente fin de semana. Pero yo no me fio y me llevo la ropa de abrigo conmigo. Por las noches puede hacer frío en Galicia o en algún albergue antiguo construído de piedra.

Mañana organizaré mis dos primeros días, hasta Roncesvalles y hasta Pamplona; sobre la ruta y los albergues.

Los dos primeros días son los más importantes. El segundo día es el juez que te dice si te has recuperado del esfuerzo del primero y podrás terminar y recuperarte del segundo. A partir de aquí, la mitad del reto estáría conseguido.

jueves, 15 de agosto de 2013

DÍAS PREVIOS A LA SALIDA

A falta de pocos días del comienzo de mis vacaciones ya tengo casi todas mis cosas preparadas para afrontar un enorme reto: El Camino de Santiago, corriendo a pie en sólo quince días.

Gracias a toda esta temporada en carreras por montaña no veo difícil llegar a Santiago. Retirarme será por otras razones pero no por preparación física. O eso creo.

Trotando y a una media de 45-50 kilómetros diarios, algunos días más y algunos días menos.

El material a transportar será mínimo, ultra ligero y de buena calidad. He calculado menos de tres kilos de peso incluida la mochila pero sin incluir comida y agua.

La mochila de Raidlight Endurance 14L tiene espacio suficiente para todas mis cosas con su par de botijas para el agua. La mochila de Raidlight Runner de 20L también habría hecho su buen trabajo.

Mochila Raidlight Endurance 14L, suficiente para un poco de ropa.
Tan sólo me hace falta un pantalón corto y una camiseta técnica para la mayor parte del tiempo. Calcetines finos como los Raidlight R-Light Fine que no me rozan. Las zapatillas será uno de los puntos más difíciles de tratar: a pesar de mi fondo de armario llevaré las Asics Trabuco ya que son las mejores para caminos y no hay terreno demasiado técnico que atravesar.


Para descansar los pies y para la ducha, unas chanclas como Dios manda.

La gorra y un pañuelo sahariano para el temible sol que reina en toda la meseta castellana en Julio y Agosto.

Chubasquero-Cortavientos y Camiseta térmica, ambos de Raidlight.
La mochila se encargará de guardarme el chubasquero y cortavientos Raidlight Top R-light, contra la lluvia y el fuerte viento o simplemente mantener la temperatura de mi cuerpo. También unos guantes térmicos muy finos Kalenji que no ocupan apenas espacio pueden venirme bien algún día frío, porque aunque estos días son muy calurosos no hay que olvidar que nos acercamos a Septiembre. 

Para la mañana o la noche fresquita unas mallas largas, una camiseta térmica Raidlight Wintertrail y unos calcetines más gruesos Raidlight R-Top Mixed. También llevo otra camiseta técnica de manga larga muy ligera, para el fresquito o los rayos de sol del mediodía.

Para descansar por la noche lo haré en albergues, pagando a toca-teja o la voluntad, en litera y con mi saco ultra light Vaude de sólo 650 gramos que se comprime bien y cabe en la mochila sin problema. Como protección extra y ante algún imprevisto durante el camino o porque hace mucho frío en el albergue, cuento con mi manta de supervivencia de aluminio multiuso.

Saco de dormir Vaude ultra light para temperaturas de 14º.


Para el aseo, aparte de las chanclas, una toalla micro superabsorvente Speedo, una pastilla de jabón para la ducha y para lavar diariamente el pantalón corto y la camiseta técnica y los calcetines finos. Cepillo y pasta de dientes de tamaño pequeño. Una navaja multiusos con su tijera, lima... imprescindible. Crema solar y aftersun también de pequeño tamaño. Algunas tiritas, esparadrapo, vendas y pañuelos de papel.

Cuento, además, con pastillas potabilizadoras Micropur que no ocupan espacio y me salvarán la vida si tengo que beber de algún charco.

Un monedero pequeño con Dni, tarjeta sanitaria, tarjeta de crédito y algo de dinero. El smartphone y el cargador también cumplen su trabajo: hacer fotos, hablar con la gente, chatear, pero también ver alguna pelicula o leer algún libro en la litera del albergue cuando no esté visitando alguna ermita o museo del camino.

La comida y el agua las conseguiré en los supermercados o restaurantes dependiendo de la situación y la ciudad.